El chocolate es conocido como uno de los pecados para todos los paladares. Con infinidad de nombres, como el 'oro negro' cuenta con muchos detractores y otros tantos admiradores que destacan sus propiedades. Estas son siete curiosidades del chocolate.
- El chocolate blanco no existe. Quizás a muchos no les gusta, pero vuelve loco a la mayoría de paladares jóvenes. Aun así, no es real. Se trata de un preparado a base de leche condensada y azúcar que incluye manteca de cacao, pero que en realidad no tiene pasta de cacao. Afortunadamente, contiene cacao y es lo que mantiene las propiedades beneficiosas del chocolate, como la reducción del riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el corazón con el consumo de una pequeña porción de chocolate amaro al día.
No siempre se ha consumido sólido. La primera barra de chocolate fue creada en 1842. Hasta aquel momento siempre se había consumido de forma líquida. Solo con las mejores de la industria del siglo XIX se consiguió presentar de la forma que más habitual que conocemos hoy.
¿Cómo es el árbol del cacao? Sus frutos y semillas han sido siempre conocidas como "el alimento de los dioses". Un árbol de esta clase vive unos 200 años, pero produce granos útiles sólo durante 25 años, más o menos unas 2.500 unidades en total.
Cada español consume alrededor de 3,5kg anuales de este alimento. Puede parecer mucho, pero esta cantidad es realmente baja comparada con la media de otros países europeos que superan los 9kg al año. España se sitúa en la decimotercera posición de un ranking de 14 países.
Previene el envejecimiento prematuro. El cacao tiene un gran poder antioxidante, muy beneficioso para combatir el paso del tiempo. Eso sí, cuanta menos leche y azúcares contenga mejor, pues también tiene menos calorías.
Ideal para luchar contra el dolor menstrual o el cansancio muscular. El chocolate relaja los músculos, así que todo tiene su explicación. Eual. Además, da fuerza y energía porque aporta magnesio, lo que lo convierte en un complemento ideal para deportistas.
No produce caries. El cacao en sí no lastima los dientes. Los causantes de las caries son los acompañantes de este manjar en los procesos de fabricación como los azúcares. El cacao de calidad -oscuro, orgánico y biodinámico- no permanece en la boca; y, en consecuencia, no genera las condiciones necesarias para provocar caries.