Una auxiliar de vuelo de una compañía aérea de Estados Unidos ha revelado la razón por la cual nadie debería pedir café, té o cualquier bebida con agua caliente cuando viaja con una aerolínea comercial.

La azafata, llamada Betty, explica que el agua que se emplea para preparar esos alimentos es la misma que circula por el sistema de los inodoros y que puede contener bacterias como la 'Escherichia coli'.

De hecho, un análisis que realizó la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés) en 2012 reveló que el agua del 12 % de las aerolíneas comerciales de EE.UU. contenía bacterias coliformes ―del grupo de la 'E. coli'―, consideradas como indicadoras de contaminación en el agua y los alimentos.

La azafata además ha indicado que “no hace poco al agua del avión en el que viajó le realizaron una prueba de E.coli y no la superó” y ha añadido “así que el personal de mantenimiento oprimió algunos botones y pasamos”.

Pese a esta alarma sobre los productos que contienen agua del gifro, la joven asegura que aquellos embotellados no tienen ningún problema. Antes dichas acusaciones, un vocero del grupo industrial Airlines for America resaltó que los aviones de pasajeros cuentan con "procesos rigurosos para garantizar que los sistemas de a bordo se desinfecten con regularidad y haya agua potable limpia disponible".

Aun así, no es la primera vez que algún profesional de alguna aerolínea pone el grito en el cielo con algunas de las prácticas que se llevan a cabo en los aviones. En 2016, empleados de la industria del transporte aéreo relataron algunas anécdotas. Aseguraron que el café es "absolutamente repugnante" porque nadie lava todas las mañanas el recipiente que lo contiene debido a que no cuentan con los suministros adecuados: "Simplemente, lo enjuagamos y echamos el café".