El mítico truco de la puerta y el hilo de pescar es un clásico. Miles de padres lo usan para acabar de sacar esos dientes de leche de sus hijos que se resisten. Los padres de Quinny, decidieron grabar el momento en familia, mientras el pequeño se negaba.
La madre grababa el vídeo y el padre intentaba calmar al chico que lloraba y gritaba “estoy asustado”. Tras unos llantos intensos y cuando la cosa parecía calmarse y Quinny estaba casi convencido de cerrar la puerta, su hermano, Dylan, decidió cortar por lo sano.
El hermano pequeño, que se encontraba en la habitación a la espera de ver lo que pasaba con el diente, golpeó el hilo de pescar con una espada de juguete y provocó que el diente saltará sin que Quinny lo notará.
Al final el miedo del niño y sus llantos acabaron con un final feliz y una anécdota para el recuerdo.