¿Quieres que nunca se te pase el arroz? Pues cuida estas cosas

El arroz es algo muy difícil de cocinar, pero a veces los puede pasar que por un despiste o por puro desconocimiento el arroz se acabe pasando y se convierta en un mazacote chicloso imposible de arreglar.

Normalmente es la olla --cuando el agua comienza a desbordarse-- la que avisa que el desastre está a punto.  Para evitar que esto pueda suceder, hay una serie de consejos que pueden evitar el desastre. 

Variedad correcta

Cada plato de arroz tiene su variedad adecuada. Para preparar un arroz blanco es conveniente para aplicar un arroz blanco, pero hay que inclinarse por variedades de grano largo como el basmati o el arroz jazmin. También podemos elaborar esta receta básica y perfecta como acompañamiento, con un arroz de grano corto como si lo que deseamos es el que el grano no quede suelto y entero.

En cambio, el arroz bomba es ideal para paellas y otros arroces más reposades, puesto que quedan mucho más jugosos para este tipo de recetas. Un arroz largo para una paella rompería la gracia del plato, e incluso podría llegar a estropearlo o ser considerado algo totalmente distinto. 

Tiempo de cocción

Te has olvidado de que tenías la olla en el fuego, y cuando lo has apartado, el arroz se había arruinado del todo. Con este cereal es muy importante prestar atención a los tiempos de cocción como algo fundamental. Si nos excedemos, el arroz se pasa, aunque si nos quedamos cortos puede quedarnos duro o imposible de masticar. 

Para ello, es importante estar muy atento a los tiempos de cocción según lo que indican los productos o fabricantes de envases de cada variedad es importante para conseguir que el arroz quede en su punto. Controlar la cantidad es importante: tres vasos de líquido por cada vaso de arroz en grano redondo y un vaso arroz para dos de agua en los que son de tipo largo. 

Deja de removerlo

Hay quienes lo tienen claro para la paella u otros arroces, pero a la hora de cocinar por ejemplo un arroz blanco meten la cuchara de madera en la olla y lo remueven creyendo que así se cocinará más rápido.

Pues no, de hecho esta acción puede perjudicar al arroz más que ayudarle a que se haga mejor. Por eso, en este tipo de arroces hay que tirarlo y, en el caso de la paella usar la cuchara al principio para repatirlo bien por el recipiente.