Los actos irresponsables por parte de la ciudadanía durante la pandemia de coronavirus han perjudicado al turismo de la Costa del Sol. Así lo señala un estudio que ha dado lugar a la campaña de la Diputación Provincial de Málaga y Turismo Costa del Sol para concienciar de la importancia de evitar actitudes incívicas, en la que se pone como ejemplo perjudicial el caso del disyóquey que escupió alcohol a los asistentes a una discoteca de Torremolinos.
El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, ha destacado durante la presentación de la campaña que el sector turístico “vive de la buena reputación". Así, ha manifestado que cualquier comportamiento o acción individual irresponsable tiene sus consecuencias globales y “puede manchar” la imagen de un destino turístico en todo el mundo.
Irresponsabilidad en la discoteca
Con el objetivo de determinar la repercusión de determinadas noticias en el sector turístico malagueño, a través del big data se ha analizado una información en concreto: la del vídeo de un disyóquey escupiendo alcohol el verano pasado al público de un chiringuito de Torremolinos donde, además, no se respetaban las distancias de seguridad.
Con este estudio se ha llegado a la conclusión de que, durante los diez primeros días de agosto, la noticia del chiringuito tuvo repercusión en más de 60 medios digitales, lo que se tradujo en más de 191,3 millones de impresiones.
Impacto en más de 1.000 turistas
Se estima que dicha información repercutió en 1.057 turistas potenciales para el destino turístico y por término medio, la mencionada cantidad de personas habría tenido una estancia media de 6,9 noches, por lo que la repercusión, en pernoctaciones, se cuantifica en una pérdida de 7.297 noches de estancia en la provincia.
La cuantificación de los ingresos que el destino dejó de obtener derivados del impacto negativo generado por la noticia del chiringuito de Torremolinos ascienden a más de 600.000 euros, debido a los 275.500 euros que se dejan de percibir por reservas y los 325.000 euros de gasto medio de los turistas durante su estancia.
La demanda inicial que se considera que perdió el destino Málaga-Costa del Sol fue de más de 487.000 euros, lo que sumado a los impactos indirectos en otros sectores eleva lo que se ha dejado de generar a 711.678 euros.