Los guacamayos azules triunfan como mascota exótica, ya que son unas aves bellas pero las menos gritonas de su especie. El problema es que ante un descuido de sus dueños, recuperarlas es complicado. En algunos casos requieren la intervención de los bomberos, como ha ocurrido este fin de semana en la localidad de Esplugues del Llobregat (Barcelona).
El cuerpo de seguridad ha tenido que montar un dispositivo para poder llegar a lo más alto de una palmera de unos ocho metros donde se había refugiado el animal. Dos agentes se han acercado de forma cuidadosa a Lucy, el nombre de la guacamayo, para evitar que se asustase.
Evitar que se asustase
“A ver cómo lo hago para cogerte sin que te vayas volando”, explicaba uno de los dos agentes que han participado en el espectacular rescate. Los dueños del animal y los vecinos de la zona se han acercado a ver el montaje de los Bomberos de la Generalitat, que se han visto obligados a acordonar la zona y recurrir a una grúa escalera para completar su hazaña.
Finalmente, han podido atrapar a Lucy sin mayores complicaciones. La guacamaya estaba tranquila en todo momento y se ha dejado coger por sus rescatadores. Ahora, vuelve a estar con su familia.