Un hombre de 34 años falleció el pasado 11 de diciembre después de una semana de agonía tras comerse un lagarto por una apuesta.
Los hechos ocurrieron en Australia, donde la familia del afectado, David Dowell, reclaman justicia por su muerte, que a día de hoy continúa sin aclararse.
Apuesta mortal
Según los amigos de la víctima, Dowell se comió el pequeño lagarto, un gecko, el 3 de diciembre, al ser retado por un conocido. Justo después, empezó a encontrarse mal, y su estado no hizo más que empeorar hasta su trágico final.
Hannah, hermana del fallecido, explicó a un diario local que la ambulancia que fue a buscarlo inicialmente para llevarlo al hospital no lo trasladó, al pensar que se trataba de un simple problema gástrico o incluso una resaca.
Agonía
Cuando finalmente fue al centro hospitalario, le diagnosticaron una salmonelosis, fiebre y diarreas. Su salud fue cada vez a peor con el paso de los días, provocándole una agonía de la que ya no pudo salvarse. Según sus allegados, se le inflamó el vientre, su orina se volvió negra, sus pulmones se llenaron de líquido estomacal, y vomitó bilis, entre otros síntomas alarmantes.
Dowell falleció finalmente en el quirófano, cuando los médicos decidieron intervenirle para intentar salvar su vida. Siete meses después del trágico desenlace, las causas de su muerte todavía no se han aclarado, ya que los médicos descartaron que pudiera deberse al lagarto que se comió. Desde el hospital se negaron a hacer declaraciones sobre el suceso. Su familia continúa reclamando justicia y conocer con exactitud las causas y qué pasó con el hombre, padre de tres hijos.