Un equipo internacional de científicos liderado por la Universidad de Glasgow (Reino Unido) ha demostrado que, a través del estudio de las bacterias intestinas beneficiosas para la salud, puede ser posible diseñar medicamentos que imiten estas ventajas para tratar enfermedades como la diabetes tipo II.
Las bacterias intestinales, por la fermentación de almidones en alimentos como la avena y las legumbres, producen compuestos llamados ácidos grasos de cadena corta (AGCC). Uno de ellos es el ácido acético, el componente principal del vinagre. Una vez producidos, activan un receptor específico de las proteínas en el cuerpo, que puede proporcionar beneficios para la salud.
"Truco genético"
En un estudio de cuatro años, este equipo de investigación utilizó una combinación de genética y farmacología para averiguar si una de estas proteínas receptoras, llamada receptor 2 de ácidos grasos libres de cadena corta (FFA2, por sus siglas en inglés), cuando es activada selectivamente por los medicamentos, generaba respuestas en el cuerpo que sustentan los beneficios para la salud de las bacterias intestinales.
"A través de un ingenioso truco genético, hemos podido determinar, en primer lugar, que los niveles de glucosa en nuestra sangre y grasa en nuestros cuerpos pueden ser controlados por las bacterias intestinales. Esto se hace a través de una proteína receptora específica, y creemos que los beneficios positivos para la salud de las bacterias intestinales pueden ser imitados por los medicamentos que activan esta proteína receptora", explica Andrew Tobin, uno de los autores del trabajo, que ha sido publicado en la revista Nature Chemical Biology.
Al generar un ratón genéticamente alterado que contiene una forma de FFA2 que solo puede ser activada por un fármaco, encontraron que el FFA2 puede controlar la velocidad de los alimentos que se mueven a través del intestino, la liberación de hormonas que pueden controlar los niveles de glucosa y la liberación de grasa del tejido graso.
"Un gran avance"
Los científicos creen que el FFA2, que normalmente es activado por el ácido acético generado por las bacterias intestinales, no solo puede controlar estos procesos para la salud y bienestar, sino que esta proteína receptora podría ser el objetivo de nuevos fármacos en enfermedades en las que nuestra respuesta a la ingesta de alimentos es disfuncional, como en la diabetes tipo II.
"Este es un gran avance en nuestra comprensión de cómo nuestro cuerpo responde a los alimentos y cómo las bacterias proporcionan beneficios para la salud. Nuestro estudio no solo avanza la comprensión básica de cómo funciona el microbioma intestinal en la salud y el bienestar, sino que también proporciona el marco para diseñar fármacos que pueden imitar los beneficios para la salud del microbioma intestinal", resume el investigador.