El cangrejo azul se apodera del Delta del Ebro. Este crustáceo invasor provoca graves daños en el ecosistema ya que arrasa con otras especies de la bahía tarraconense. Es lo que ocurre en San Carlos de la Rápita, donde los pescadores no dan abasto a sacar esta especie de sus aguas, que es capaz de comerse hasta 500 almejas en un día.
Este crustáceo, propio del continente americano, aún no ha sido catalogado como especie exótica invasora en España. Esto, unido a que su pesca aún es escasa, provoca que su expansión continúe sin freno por la costa mediterránea.
La escasez de pulpo, problema añadido
Los pescadores lamentan que este animal se reproduzca más rápido de lo que ellos lo pueden sacar. Cada hembra puede poner en torno al millón de huevos, lo que provoca un aumento desmesurado de su población. Además, el único depredador natural de esta especie es el pulpo, que cada vez escasea más.
Aunque la demanda del cangrejo azul en la cocina aumenta, aún no es suficiente para rentabilizar el negocio. Además, conlleva un importante coste para los pescadores puesto que destroza las redes.