En Holanda la policía ha ido un paso más allá en la prevención de conflictos violentos. Los agentes han llegado a colarse en grupos de WhatsApp con el objetivo de disuadir a sus integrantes de convocar peleas callejeras. Según han informado las propias autoridades, este tipo de intervenciones mediante WhatsApp son más corrientes de lo que se cree. Sin embargo suelen darse con mayor frecuencia en otras redes sociales.
Para estas ocasiones, la policía cuentan con su propia división especializada en delincuencia y conflictividad adolescente. Fue esta misma unidad la que recientemente intervino en un grupo de WhatsApp donde varios jóvenes se citaban para pelearse. Las fuerzas policiales actuaron y, en gran medida, los implicados terminaron abandonando el grupo.
Mensaje disuasorio
La intervención policial comenzó con la infiltración de los agentes en el grupo a causa de un aviso recogido por la unidad de adolescentes. Una vez estuvieron dentro y pudieron comprobar por sí mismos las intenciones de los integrantes del grupo se decidieron a actuar.
La policía envió un texto invitando a los jóvenes a dejar el grupo de forma inmediata y a no volver a crearlo en esta u otras aplicaciones. En su escrito, los agentes avisaban de que los mensajes se habían guardado y que lo que en ellos se decía era punible.
Dos de los implicados desoyeron las advertencias
En el plazo de 24 horas todos los integrantes debían abandonar el grupo, y así lo hizo la mayor parte de los adolescentes. Todos excepto dos de los componentes del chat dejaron el mismo. Los jóvenes restantes continuaron con una actitud violenta que obligó a la policía a tomar medidas. Tras comprobar que no estaban dispuestos a cambiar de parecer, los agentes tomaron sus datos y elaboraron un informe con destino al Ministerio de Justicia, que será quien deba tomar las medidas oportunas.