Los perros también son sensibles a ciertos alérgenos que provocan reacciones alérgicas a los mismos. En función de su raza o de sus características, varía el tipo de alergia que pueden sufrir. Existen cuatro tipos diferentes de reacciones alérgicas que pueden afectar a un perro por cuatro vías como son la alimentación, las atópicas, las dérmicas y las causadas por picaduras.
Hipersensibilidad de tipo 1
Es la que comprende la rinitis alérgica, causada por el polen --entre otros productos--, la bronquitis alérgica, el asma bronquial y la atopia. Entre los síntomas se encuentran los estornudos, toses, los mocos y los picores.
El tratamiento de la hipersensibilidad de tipo 1 en perros puede variar según la gravedad. Puede que valga con cesar el contacto con el alérgeno o que sea necesario administrar medicamentos e incluso realizar la respiración asistida, puesto que puede provocar la muerte.
Perro enfermo con síntomas de problemas nasales / PIXABAY
Hipersensibilidad de tipo 2
Esta clase de alergia puede manifestarse con síntomas como frío o diarrea pudiendo provocar una decoloración de la piel. Además de estos, la hipersensibilidad también causará otros a nivel interno como pueden ser las erupciones, ampollas o la destrucción de glóbulos rojos.
Uno de los tratamientos más adecuados para estas alergias es la ingesta de medicamentos protectores de estómago, además de controlar la dieta y la ingesta de líquidos.
Hipersensibilidad de tipo 3
En estos casos influye notablemente la raza del perro en cuestión, ya que algunas de ellas son más sensibles como ocurre con los collies o los caniches. Se pueden observas rarezas en el movimiento del animal, heridas en la piel, sobre todo boca u orejas, y rigidez articular.
Para el tratamiento de estas reacciones pueden emplearse cremas tópicas o antihistamínicos por vía oral.
Ejemplar de un perro de la raza border collie / PIXABAY
Hipersensibilidad de tipo 4
Se caracteriza por una lenta aparición de los síntomas, lo cual dificulta la detección de la sustancia causante de la alergia. La podemos identificar mediante erupciones, enrojecimientos y picores en zonas visibles del cuerpo del animal.
Para su tratamiento existen medicamentos especialmente indicados para dichas causas en forma de lociones, cremas o incluso champús.