Los vecinos de la localidad barcelonesa de Sant Cugat fueron testigo esta semana de una escena insólita y con trágico desenlace. Un emú, ave no voladora similar al avestruz, fue perseguido durante varias horas por las calles de la ciudad después de escaparse, presuntamente, de una casa particular.
El animal, de grandes dimensiones, recorrió el casco urbano desde la mañana del miércoles, cuando fue visto por primera vez por algunos viandantes. Hacia las cinco de la tarde, tras recibir la alerta de un vecino, la policía local inició su búqueda. Para capturarlo se destinaron dos motos y dos vehículos patrulla.
Persecución de dos kilómetros
La persecución duró varios minutos y recorrió más de dos kilómetros, llegando hasta el centro de la ciudad. Pero no terminó bien, ya que el emú falleció. Según la versión del ayuntamiento, el ave se desplomó muerto en la calle Barcelona debido a un paro cardíaco. En una de las imágenes difundidas en las redes sociales se ve a un agente sujetándole el cuello.
La policía local investiga ahora el caso para averiguar quién era el propietario de este animal originario de Oceanía. El dueño se expone a una sanción de entre 400 y 2.000 euros, además del coste de la incineración, por incumplir la ordenanza municipal de tenencia de animales.
Organizaciones animalistas como PACMA recordaron a través de sus redes sociales que la comercialización y tenencia de animales exóticos es "indignante", y responsabilizan a sus dueños de los incidentes que puedan causar.