Jordi Évole vuelve estar en el centro de la polémica. Si hace unos días la Comisión Europea le reprochaba que "desinformaba" a sus espectadores en su documental sobre las políticas de la Unión Europea con los refugiados que llegan al continente por mar, ahora la empresa cárnica El Pozo ha salido al paso.
En el programa de este domingo de Salvados, el periodista se adentraba en el interior de la industria cárnica para denunciar las condiciones en las que se encuentran muchos animales. La empresa española se ha querido desvincular totalmente del contenido y ha acusado a Évole de "distorsionar" la realidad con "imágenes capciosas".
"Nuestra empresa se desvincula absolutamente del contenido emitido por el programa, para cuya elaboración se han utilizado imágenes capciosas que distorsionan totalmente la realidad sobre la actividad empresarial de la compañía", razonaban en un tuit.
En otro comentario, sostenían que el documental pretendía relacionar la situación degradante de algunos animales con las prácticas de El Pozo: "Los animales que aparecen en las imágenes grabadas fueron sacrificados sanitariamente en la propia granja, conforme a la legislación, y no han entrado en la cadena de producción de El Pozo como el programa deja entrever".
Por su parte, Jordi Évole ha respondido que se les dio la oportunidad de expresar su versión en el documental y que lo rechazaron.