Alan Murrieta era una joven de 20 años de Arizona, Estados Unidos, que ha fallecido tras ser diagnosticada de una gripe. La joven acudió al hospital con fuertes dolores en el pecho, dificultades respiratorias y síntomas parecidos a los de una gripe. Los médicos la exploraron y determinaron que ese era el virus que había afectado a su organismo y le recetaron unos medicamentos para disminuir el malestar.
Después de tomar los medicamentos, la joven continuaba con dificultades para respirar, y viendo que su estado no había mejorado acudió de nuevo al hospital de nuevo. Los médicos volvieron a examinarla y le encontraron una neumonía avanzada. Su madre ha explicado que los médicos dijeron que "sus niveles de oxígeno eran bajos, pero de repente empeoró muy rápido". La gravedad llegó a tal punto que los médicos no pudieron haer nada por su vida, y su corazón acabó parándose.
Alani tenía dos hijos pequeños, uno de dos años y otro de tan solo diez meses. Su familia aún no puede creer lo sucedido. "Nunca en un millón de años habríamos pensado que la hubiéramos perdido ese día de esa forma". Para poder pagar los gastos funerarios la familia ha establecido una cuenta GoFundMe donde se pueden hacer donaciones para ayudar.