Una niña de cuatro años decidió contarle a su madre el juego al que su hermano la obligaba a jugar. La pequeña explicó a su madre con miedo que "tenía que cortarle algo importante para ella". Mientras la madre bañaba a la menor, ésta le contó, mediante una muñeca, cómo jugaban ella y su hermano al escondite. Su hermano, de 12 años, aprovechaba dicho juego infantil para abusar de su hermana.
La pequeña explicó que "no le gustaba y que no quería hacerlo. Luego la acosté, la abracé y le dije que era una chica muy valiente por contárselo a mamá", aseguró la madre muy dolida. La madre, residente de Brighton, Reino Unido, llamó a la policía y les contó lo sucedido. El joven chantajeaba y sobornaba a su hermana ofreciéndole caramelos de la marca 'Skittles' para que no le contara los abusos a nadie.
La menor pidió a su madre que no se lo contara a nadie, y la policía investiga el caso, de difícil resolución, al tratarse de dos menores de edad.