Un grupo de científicos asegura que es poco probable que alguien sufra un infarto mientras está manteniendo relaciones sexuales, o en su defecto, a posteriori. Estos investigadores han analizado los datos de los últimos años de pacientes con dolencias cardiacas. Ante dicha preocupación, analizaron los datos y el porcentaje es diminuto. Ni siquiera un 1% de la gente que ha sufrido un infarto lo tuvo durante o después del sexo, según explica uno de los autores de la investigación. "Como cardiólogo, de vez en cuando, de una manera incómoda, los pacientes me preguntaban: 'Ya sabe, doctor, ¿cuál es mi riesgo de morir repentinamente con la actividad sexual?' Podríamos decirles que probablemente sea baja, pero nunca tuvimos datos, hasta ahora", explican.
Los informes destacana que más de 300.000 personas mueren por un paro cardíaco repentino cada año en los Estados Unidos, pero de todas ellas solo uno de cada 100 hombres y una de cada 1.000 mujeres experimentan un paro cardíaco repentino relacionado con la actividad sexual.
Aun así, los investigadores recuerdan que aunque sea una cifra muy baja todo el mundo debe conocer y saber llevar a cabo "las maniobras básicas de renimación y primeros auxilios" para evitar que "la estadística por muertes de este tipo se dispare".