Los parisinos están expectantes ante la instalación de las nuevas fuentes que ha propusó el Ayuntamiento en 2010 y que se va a llevar a cabo alrededor de toda la ciudad. La ciudad francesa emprendió una iniciativa que consistió en instalar la primera fuente que suministraba agua con gasa los residentes de la capital francesa y tras semejante éxito, el consistorio planea expandir la iniciativa a otras partes de la ciudad. 

Hasta octubre, París contaba con hasta 8 surtidores de agua gaseosa en diferentes lugares de la capital. La nueva iniciativa tratará de instalar al menos una fuente en cada uno de los 20 barrios (conocidos como distritos) de la capital francesa.

Anne Le Strat, directora de la Junta del Agua en París, aseguró que "la gente a menudo me dice que tomaría agua de la fuente si fuese carbonizada. Ahora no tienen excusas para no hacerlo". La ciudad apostó por este tipo de fuentes para que los ciudadanos consumiera más líquido. 

"No estoy exagerando cuando digo que el agua de esta fuente era, dada la apariencia poco atractiva, una mágica sorpresa. Fresca pero no helada, es extremadamente efervescente, con un muy buen cosquilleo de mousse de burbujas que era casi como el agua mineral Vichy".