Un hombre de 50 años de Gales, Reino Unido, decidió acabar una noche de fiesta en un salón de tatuajes. La despedida de soltero fue magnífica, según explican, pero el fin de la noche se les fue de la mano a él y a su grupo de amigos. Cuando llegaron a la tienda en un absoluto estado de embriaguez el hombre decidió pedir un tatuaje muy peculiar: unas gafas 'Ray Ban' en la cara.
Al día siguiente, cuando se despertó lejos de los efectos del alcohol se dio cuenta de lo que había hecho. Desde entonces lleva dos años sometiéndose a cirugía láser para quitarse las gafas.
"No tenía recuerdos de haberme hecho el tatuaje porque había salido a celebrar y sucedió cuando estaba borracho" aseguró el hombre, al 'Daily Mail'.
"A la mañana siguiente pensé que alguien había usado un marcador permanente en mi cara", explicó. Al principio planeaba conservarlo, pero cambió de parecer después de que alguien se burlase de él, "A la mañana siguiente realmente comencé a pensar en lo que mi familia y amigos pensaban", dijo. "No quería que se avergonzaran cuando salían conmigo, así que decidí que lo iba a eliminar".
El tatuaje de las gafas