Los expertos aseguran que practicar sexo tiene muchos beneficiosos, y no sólo los de la carne y la pasión. Entre ellos se hace ejercicio, se mejora la circulación sanguínea, disminuimos el nivel de estrés, liberamos endorfinas que nos hacen sentir mejor, etc. Pero la llegada de la nueva tendencia nos muestra que hacer ejercicio con nuestra pareja no tiene porque ser en el gimnasio.
El s sexercise es un tipo de entrenamiento con diferentes variables de 32 minutos con series de 45 segundos. Con ello muestran una serie de posturas que son tremendamente eficaces para perder calorías.
El arado: la mujer se acuesta sobre la espalda del hombre y, con las palmas de las manos hacia abajo, levanta las piernas hasta un ángulo de 90 grados. A partir de ahí, debe llevarlas hacia atrás levantando la espalda mientras el hombre realiza sentadillas para penetrarla. De esta forma, ella trabajará los abdominales y él fortalecerá glúteo y gemelos.
El perrito erguido: El hombre debe situarse de rodillas y sentarse sobre sus talones. La mujer, se sienta sobre él dándole la espalda y con los pies hacia atrás para balancearse adelante y atrás. De esta forma fortaleceremos glúteos, abdominales y cadera.
La carretilla: El nombre lo dice todo. Ella debe apoyarse sobre los brazos como en una flexión, mientras el hombre, de rodillas le sujeta las piernas en el aire desde atrás, colocándose en medio de ellas. Con esta postura ella fortalecerá la parte superior del tronco para evitar caer durante las embestidas de su pareja, mientras que él trabajará glúteos.
De pie: Supone un mayor ejercicio para él. Es tan sencillo, y a la vez tan complicado como que el hombre sujete a su pareja en sus brazos mientras la penetra. Tonificación de brazos y piernas.
La arañita: Se deben estirar las piernas hacia el otro, apoyándose ella en los antebrazos y él en las palmas de la mano. La mujer entonces acerca su cadera a la ingle del hombre hasta conseguir la penetración.
El puente: este ejercicio permite trabajar a la vez varios músculos, pero requiere suficiente flexibilidad. Cualquiera de los dos puede hacer el puente. Si lo hace ella, él se situará entre sus piernas penetrándola de rodillas. Mientra que si el puente lo hace él, ella deberá sentarse sin cargar demasiado peso, obligándose a hacer sentadillas.