Una pareja de ingleses que disfrutaba de la noche de Ibiza, acabó en tal estado de embriaguez, que no tuvieron mejor idea que ir a un salón de tatuajes. Malakye Brooks, el joven, viajó hasta la isla para pasar unos días de fiesta junto con su novia Joanna, y un grupo de amigos.

tras una noche de fiesta 'salvaje' la pareja decidió hacerse un tatuaje. El joven insistió en que quería tatuarse el rostro de su novia, y que la dibujaran en top less. El tatuador, aceptó sus órdenes. Pero el tatuaje sólo duró una semana. Tras abonar 350 euros y parte de su espalda a su novia, una semana después Joanna dejó a Malakye, con su cara y sus tetas tatuadas en su espalda.