Un joven decidió destrozar los cristales de un escaparate de una ciudad de Polonia. Mientras las cámaras de seguridad grababan sus actos un individuo se acercó para reprocharle su actitud poco cívica y respestuosa. Después de forcejear con él, acabó de romper los cristales y decidió irse a la fuga.

Sin mirar a la carretera y tapado por un camión no vio como por el otro carril un turismo se aceracaba y se lo llevó por delante. El coche atropelló al vándalo y lo dejó tumbado en el suelo.