La famosa presentadora Luján Argüelles ha recibido algunas críticas por parte de los defensores de su exmarido. Al parecer, según él mismo cuenta, Argüelles cambió por completo cuando Cuatro la fichó para programas como ‘¿Quién quiere casarse con mi hijo?’. Desde ese momento, la presentadora se convirtió en la celestina de la televisión, o así es como lo ve Benjamín.
La relación entre ambos asegura que fue idílica hasta que en 2012, le pidió el divorcio vía Whatsapp. Meses antes de la separación la presentadora fundó una empresa, Lubenpi S.L. gracias a un aval de 30.000 euros aportado por el padre de Benjamín.
Según él relata, en el mes de junio la pareja estaba bien y se fueron de vacaciones a su casa de Ibiza. A la vuelta, "a los dos días de volver, Luján se fue a trabajar y, cuál es mi sorpresa cuando me manda un mensaje pidiéndome que me vaya a casa. Yo pensaba que era una broma, pero no fue así".
Explica también que durante cuatro días durmieron en cuartos separados. "Ella quería arreglarlo pero me di cuenta de que no era feliz, nunca debí casarme", sentencia. Benjamín le pidió el dinero de su padre, y en octubre Luján "me pidió que renunciara a todo y que firmara una cláusula de confidencialidad"
Tras este malentendido, ella le pidió el divorcio mientras que él le exigió por Twitter el dinero que le había dejado su padre. Después de este mal trago, la presentadora salió del paso como pudo hasta que en el año 2014 se enamoró de su actual pareja, Carlos Sánchez Arenas, con el que tiene un hijo.