Lisa Harrison, esteticista de profesión, le diagnosticó un melanoma a una de sus clientas tras observar una línea negra en una de sus uñas. Durante años no le había dado importancia, pero cuando fue al médico ya era un poco tarde: el tumor ya se había propagado a los ganflios linfáticos. La especialista en estética ha querido publicar el caso para advertir de la importancia que tiene fijarse en los cambios del cuerpo para poder detectar la enfermedad a tiempo.
Harrison quedó perpleja cuando una de sus clientas le pidió aplicar un color oscuro para tapar una línea negra vertical en la uña de su dedo pulgar. En ese mismo momento, la esteticista creyó que podría tratarse de algo grave.
Advertencia
La clienta había ido durante años a salones de belleza, donde le habían dicho que la mancha podría deberse a una falta de calcio, una ampolla o una mancha hereditaria. En este sentido, cuenta Harrison que “no quería asustarla, pero tenía que advertirle”. “Le dije que necesitaba ver a su médico de inmediato”, ha escrito en su muro de Facebook.
Días más tarde, luego de la cita con el doctor, la clienta la llamó para decirle que efectivamente se trataba de un melanoma muy agresivo. Por ello, la esteticista le pidió permiso para fotografiar su mancha y publicarla en las redes sociales, con el objetivo de advertir de la importancia que tiene prestar atención a los cambios en la piel de para realizar un diagnóstico precoz.