La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a siete años de prisión a un taxista de 60 años por violar a una clienta el 21 de mayo de 2016 mientras la llevaba a casa. La joven, de 19 años y de nacionalidad surcoreana se quedó dormida en la parte trasera del vehículo debido a su estado de embriaguez, y el individuo aprovechó para abusar de la chica.
EL juez ha impuesto esta pena a J.R como autor de delito de abusos sexuales, y le prohíbe aproximarse a la víctima durante diez años a una distancia inferior a un kilómetro ni comunicarse con ella. Tras cumplir con la condena, el juez le ha impuesto libertad vigilada durante siete años y tendrá que indemnizar a la chica con 55.000 euros por los daños morales. La víctima se encontraba estudiando en España y trabajando como au pair. De momento, continúa en tratamiento psicológico por la Asociación de Víctimas de Agresión Sexual (CAVAS).
Cerca de las cuatro de la madrugada, dos chicas pararon un taxi en la esquina de la calle Arenal con la de Bordadores, en pleno centro de Madrid. Ambas regresaban a sus domicilios tras haber salido de fiesta con varias amigas en la discoteca. Una vez dentro del taxi, las dos clientas le pidieron que les llevara a casa de la víctima, pero cuando llegaron la víctima comprobó que no reconocía su domicilio.
Debido a los efectos del alcohol, la joven no recordaba dónde vivía, razón por la que su compañera pidió al taxista si podía llevarlas a la suya en Pozuelo de Alarcón. Durante el trayecto la amiga de la víctima acordó con el taxista que, tras dejarla a ella, debía llevar de nuevo a la chica a su domicilio. El taxista respondió que a lo que si la dirección era, otra vez, incorrecta le dejaría en la puerta de una comisaría.
La sentencia relata que el taxi llegó al domicilio de la víctima en Pozuelo, Madrid, pasadas las cinco y media de la madrugada y una vez que el taxista se encontró a solas con R., que seguía dormida y tumbada en el asiento trasero del vehículo, "tuvo el deseo de mantener relaciones sexuales con ella". “Paró el taxi en un lugar propicio cercano al domicilio de su amiga y accedió a la parte trasera del vehículo", donde abusó de la joven. En aquel momento, la chica despertó y comenzó a gritar. El taxista le dijo que estaba usando protección y continuó violándola mientras la víctima le pedía que parase.