Los hechos sucedieron en Kiev (Ucrania). Una madre paseaba tranquilamente a su bebé en un carrito por una calle a plena luz del día cuando sufrió un susto de muerte.

De repente, un coche que circulaba a su espalda perdió el control y se dirigió hacia ella a gran velocidad, llevándose por delante todo lo que encontraba a su paso. Tal y como recogió una cámara de seguridad, y de forma milagrosa, el vehículo pasó a escasos centímetros de la mujer, que se quedó petrificada.

Posteriormente la policía comprobó que el conductor había consumido drogas.