Una niña de 11 años ha sido ingresada después de sufrir quemaduras de segundo grado por una broma de mal gusto que le gastaron sus amigas.

Jamoneisha Merrit estaba en una fiesta de pijama cuando al quedarse dormida sus amigas decidieron gastarle una broma y echarle agua hirviendo en la cara.

Al parecer entre todas acordaron que la primera que se quedara dormida recibiría una broma pesada. La broma se les fue de las manos y sobre las tres de la madrugada la pequeña tuvo que ser hospitalizada y la policía arrestó a una de las menores, de 12 años, responsable de la broma.

La madre de la pequeña ha mostrado su indignación y asegura que su hija “tiene buen espíritu” y pese a que se pondrá viene está algo afectada por lo ocurrido.

La familia de la niña bromista, por su parte, ha contado a los medios que han recibido amenazas de la familia Merrit directas y por SMS y que llegaron a visitar el domicilio de la familia, en el Bronx de Nueva York, Estados Unidos, para amenazar con cortarle la cara a su hija y que “así luzca como su pequeña”. La familia asegura que la niña ha intentado suicidarse tras ver lo que le ha hecho a su amiga.