Un reportero del canal ruso NTV Nikita Razvozhaev, realizaba una conexión en directo para cubrir las celebraciones militares que tenían lugar en Moscú. De repente, un individuo, claramente en estado ebrio, se dirigió a él.

El periodista intentó continuar con su trabajo y sin darle opciones a responderle o seguir con el relato informativo le propinó un puñetazo en la mandíbula. El periodista, dolorido, se fue apartando del foco de la cámara mientras el individuo le hablaba y le replicaba.

La conexión se cortó y se volvió a plató donde la presentadora no podía creer lo que acababa de suceder.