Una llamada telefónica desde Toledo alertó a la Guardia Civil sobre un secuestro. La víctima era el sobrino residente en Alicante, por el que pedían un rescate de 5.000 euros. Quien llamaba, solicitaba ayuda urgente de la policía ya que su sobrino le había dicho que si no pagaba lo que pedían, moriría.
La Guardia Civil realizó las gestiones oportunas con el tío del supuesto secuestrado asesorándole con respecto al resto de llamadas que iría recibiendo. Fruto de éstas, se pudo dar con los supuestos secuestradores el punto de cobro por el rescate, en un conocido centro comercial de Finestrat (Alicante).
Falso secuestrado
Una vez que los agentes establecieron un dispositivo en el centro comercial donde se iba a realizar el pago para la liberación de la supuesta víctima, se pudo observar en el punto de encuentro la presencia de tres personas (dos hombres de 40 años y una mujer de 34), siendo uno de ellos el secuestrado. Según las fuentes policiales la falsa víctima “no mostraba signos de estar preocupado ni retenido en contra de su voluntad”.
Los agentes procedieron a la detención de los supuestos secuestradores. Posteriormente, la supuesta víctima admitió a los agentes que lo había organizado todo porque tenía deudas de drogas y necesitaba el dinero para saldarlas. No era la primera vez que lo hacía. Hace un mes sus familiares pagaron un rescate de 1.200 euros en la partida Armanello de Benidorm.