En lo que va de año ha aumentado un 92% el número de ahogamientos de niños en entornos acuáticos respecto a 2016, según se desprende del Primer Informe Nacional de Ahogamientos de Menores, que muestra que en los últimos años han ocurrido 128 ahogamientos.
Por comunidades autónomas, Andalucía ha sido la región más afectada con 29 decesos, seguida por Cataluña con 20 y Comunidad Valenciana con 18 fallecimientos. Asimismo, y analizando sólo los datos de este año, Andalucía y Comunidad Valenciana son las comunidades más afectada con 5 decesos, seguida de Cataluña por 4, Cantabria (2) y Aragón, Asturias, Canarias, Castilla-La Mancha y Castilla y León, con un ahogado en cada comunidad.
Además, los expertos prevén que 2017 será un año "especialmente negro" en lo que a ahogamientos se refiere, puesto que hasta el momento ya se supera en uno el número de ahogados totales que hubo en 2016 que fue de 19. Y es que, los ahogamientos infantiles ocurren en su práctica totalidad por una relajación en la supervisión, ya que un menor puede ahogarse en menos de 2 minutos y en tan solo 15 centímetros de agua.
Más niños que niñas
En concreto, el informe ha puesto de manifiesto que el 67% de los ahogamientos infantiles ocurridos este año es de niños frente al 33% las niñas; que la muerte de menores por ahogamiento representa el 15,5 por ciento del total de ahogados en julio; y que la mayoría de los ahogamientos de menores se producen en las piscinas domésticas no vigiladas y playas.
La principal causa de los incidentes es la caída accidental al agua, especialmente en los más pequeños, que pueden acceder a piscinas o lugares con agua por falta de vigilancia o protección de acceso. No obstante, España es uno de los siete países europeos que obliga al vallado de las piscinas comunitarias, si bien las piscinas privadas, a diferencia de Italia, Noruega, Bulgaria o Francia, no tienen esta misma obligación.