Un camarero argelino, que trabaja en un kebab en Palma de Mallorca, ha devuelto una bolsa de dinero que encontró debajo de su buzón. En concreto, el paquete contenía 17.000 euros en metálico y 60.000 euros en cheques, así como ropa recién comprada y documentos personales.
El hombre no dudó, nada más verlo se lo entregó a la Policía Nacional. Al parecer la fortuna pertenecía a una mujer de nacionalidad rumana que ha asegurado que se dedica a la gestión inmobiliaria y que abandonó sus pertenencias en un portal porque según ella "había cola en el banco".
Al salir del trabajo
El camarero, cuando salió de trabajar a las seis de la tarde, se fue a su casa y miró el buzón porque esperaba algo importante. Entonces, vio una misteriosa bolsa de papel grande y miró que había dentro.
Se quedó asombrado. En su interior encontró una gran cantidad de dinero en metálico, 83 cheques de diez bancos diferentes, un bolso, dos carteras, un neceser, tres prendas de ropa con etiqueta y productos cosméticos.
El Islam prohíbe robar
Según ha explicado, ni se le pasó por la cabeza coger algo: “Soy musulmán y mi religión no me permite quedarme con lo que no es mío”. El argelino, nacido en Orán y que vive en Mallorca desde 2001, ha subrayado que el Islam le prohíbe robar.
La policía encontró la identificación de la propietaria en una de las carteras donde estaba su pasaporte. La citó inmediatamente en comisaría para que explicase el origen de su fortuna y por qué la había abandonado.
Rechazó el dinero
La propietaria declaró que al haber mucha gente en la cola del banco dejó el dinero en el portal, donde asegura que vive. Al recuperar sus pertenencias le ofreció dinero a Lahouari, en agradecimiento, pero él lo rechazó rotundamente.