La boda de Miranda Kerr no ha sido una boda al uso. La modelo se casó con Evan Spiegel envuelta en un halo de misterio, tanto que muy pocos detalles se han conocido del enlace hasta hoy, salvo que empezaron haciendo yoga para liberar tensiones, que bailaron al ritmo de When You Wish Upon a Star, que Kerr le recitó unos versos de Shania Twain en You're Still the One y que la ceremonia tuvo lugar en el jardín de su casa. ¿Y el vestido? Del vestido nada se sabía. Hasta ahora.
Como informa Chance, la red se ha llenado de fotografías de uno de los días más especiales de la vida de los novios. Desde que se comprometió con Spiegel en julio del año pasado, la modelo fantaseó con su vestido, que quería que fuera una reinterpretación del que llevó Grace Kelly en su boda con Rainiero de Mónaco, que finalmente diseñó para ella María Grazia Chiuri.