Una mujer ha sido la sensación en Brasil. Una anaconda se paró en medio de la carretera entre dos poblaciones interrumpiendo el tráfico durante un buen rato. Entre los presentes, nadie se atrevía a persuadir al animal para que se moviera.
Para el bien de todos los conductores, esta mujer brasileña se armó de valor y en un despiste del réptil la agarró por la cabeza y más tarde por la cola y la llevó a un lugar seguro. Los conductores, no podían creer lo que había conseguido ante un animal tan venenoso y peligroso como la anaconda. La mujer aprovechó para hacerse algunas fotos con el réptil y lo devolvió a su hábitat natural, mientras el resto grababa la hazaña con sus móviles.