Los hechos sucedieron en el centro comercial más grande del mundo en Edmonton, Canadá. Tres jóvenes pasaban la tarde y decidieron hacer algo más divertido, para ellos, que pasear. Mientras uno de ellos grababa la escena, los otros dos amigos saltaron desde la planta superior al techo de un restaurante de la planta baja.
Cuando el primero saltó la plataforma aguantó, pero el segundo, más brusco, se apoyó en una parte del techo que no debía y el techo cedió. El joven cayó en el interior del local e hizo saltar todas las alarmas. Una travesura que podía haber acabado en tragedia si hubiera pasado alguien por debajo justo en ese momento.