No siempre es fácil para las mujeres ser conscientes de cuándo han sufrido una agresión sexual, y menos si suceden en una relación de confianza y bajo las sábanas de su propia casa.
La activista Alexandra Brodsky ha bautizado como stealthing la reprobable práctica de cuando un hombre decide quitarse el preservativo en pleno acto sexual y sin el permiso de su pareja. Como informa Núvol, el nuevo término proviene de la palabra stealth, que es una acción furtiva hecha con sigilo.
¿Como una violación?
La activista estadounidense equipara este acto a una violación. Ahora, un juzgado de Lausana (Suiza) ha sido el primero en condenar por asalto sexual a un hombre que se desprendió de su condón sin el consentimiento de su pareja. Se trata de un francés que contactó por Tinder con una mujer y a la segunda cita decidió de forma unilateral quitarse el preservativo mientras mantenían relaciones. Esta práctica —o delito— puede acarrear enfermedades de transmisión sexual o riesgo de embarazo.
Los expertos consideran que, además, es una ataque a la dignidad de la mujer. Algunas organizaciones feministas piden que este delito se castigue como si fuera una violación.