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Mario Mariotti, un operador de máquina de 43 años, sufrió un accidente laboral en Sao, Brasil, en el que perdió toda su mano y dedos en 2016. Gracias a la rápida acción de los cirujanos, su mano se salvó de ser amputada en una operación pionera.
La mano fue introducida en una bolsa de tejido blanco en el vientre del paciente durante cuatro meses para que la carne se fusionara con el dorso de su mano.
Después de tres operaciones su mano quedó como un guante de boxeo y Mario se prepara para someterse a un procedimiento adicional para restaurar sus dedos y con el que recuperará su mano de nuevo.