Felipe VI quiere emular a su padre y ganar alguno de los platos de la Copa del Rey de Vela. Por ello, este verano ha decidido junto a la comisión de regatas de la Armada renovar uno de sus barcos de competición para intentar alcanzar la gesta deportiva.

Se trata de un velero Farr 50 llamado Sirius V, adquirido por el ejército como buque escuela en 1999 para las prácticas náuticas de los guardiamarinas. Lo patroneó ese año y el 2000 el entonces príncipe en la competición. Fue trasladado a principios de año desde Cartagena a la base naval de Porto Pi, junto al Palacio de Marivent de Islas Baleares, según informa La Otra Crónica.

Trabajos sin valorar

Se desconoce el alcance y el precio concreto de los trabajos que se aplican en el buque del rey. Afectan al plano vélico, el motor del velero, y se readaptan ciertos mecanismos como los grados de escora o las plomadas en las sentinas. Medidas para actualizar el barco.

Con todo, se advierte que Felipe VI es relativamente austero y no realizaría ningún dispendio en el velero. También se señala que estrenar un nuevo buque, como solía hacer el emérito con los Bribones, es mucho más caro. Aunque sería la forma más sencilla de ganar la competición.