Tras meses retirada de la vida pública, Miley Cyrus vuelve a la primera plana de la actualidad a poco más de una semana del lanzamiento de su nuevo sencillo: Malibú. La cantante ha concedido una extensa entrevista a la revista Billboard, en la que, entre otras cosas, habla de la relación con su pareja, el actor Liam Hemsworth, del abandono de los malos hábitos y del proceso de elaboración de este último álbum, el más personal para la artista de 24 años.
Sobre la ruptura del actor australiano en 2013, la estrella musical asegura que se debió a los cambios que ella estaba experimentado como persona. "Cambiar con alguien que no lo está haciendo es bastante difícil. De repente fue como: 'No te reconozco más'. Tuvimos que volver a enamorarnos el uno del otro", señala Miley.
Quería dejar la mala vida
Asimismo, la intérprete de Breaking Ball admitió llevar tres semanas sin fumar marihuana y haber dejado también la bebida. "Era algo que simplemente quería hacer. Me gusta estar rodeada de personas que me hagan querer mejorar, involucrarme más, ser más abierta. Y me di cuenta de que no eran las personas que están drogadas. Quiero estar completamente clara, porque sé exactamente dónde quiero estar", subrayó.
En cuanto a la creación del primer sencillo de su sexto trabajo discográfico, que será lanzado el próximo jueves 11 de mayo, Cyrus declaró que estaba inspirado en su pareja y fue compuesto de camino a The Voice, talent show del que fue coach el pasado año. Un tema que se aleja por completo de lo que la hemos oído en los últimos años, un giro hacia al country, género en el que se crió y formó musicalmente gracias a la fuerte influencia de su padre, Bill Ray Cyrus.
Con este disco, cuyo título todavía no se ha desvelado, la joven artista pretende mandar un mensaje de amor al planeta. Toda una catarsis profesional y personal que nos devuelve a una Miley a años luz de aquella chica que impactó con su provocativa actuación en los MTV VMA Awards de 2013 junto a Robin Thicke.