Esta semana, unas fotografías de Kim Kardashian en una playa de México en bikini y sin retocar han generado un gran revuelo en las redes sociales y un aluvión de críticas y burlas.
El último en arremeter contra el físico de la celebrity ha sido el cirujano plástico que presumiblemente la ha tratado en alguna que otra ocasión, el doctor Aaron Rollins.
Rollins planea abrir este año una clínica en Londres y, en una entrevista con el diario británico Daily Mail, ha calificado el trasero de Kim Kardashian como "demasiado grande".
El cirujano ha asegurado que ahora la gente le pregunta más por el de su hermanastra Kylie Jenner que por el suyo porque "es más joven y no ha ganado y perdido peso como Kim".