Tragedia en el mundo del fútbol de Uruguay. Un entrenador de fútbol para niños secuestró y asesinó a un miembro de su equipo, de apenas diez años de edad, el pasado jueves.

Fernando Sierra, de 32 años, decía ser amigo de la familia. El entrenador tenía una estrecha relación con el niño, con el que apareció muerto el pasado sábado.

El entrenador quitó la vida al menor --tras sedarle-- con un disparo en la cabeza. Posteriormente se suicidó.