Los expertos afirman que añadir sal al café no solo mejora su sabor, sino que también ayuda a disminuir la amargura de una bebida particularmente fuerte. De acuerdo con VinePair, un sitio web dedicado al arte de beber, la sal es la forma más fácil de salvar una taza de café demasiado concentrada, y una simple pizca de esta sustancia, ya sea añadiéndola al café molido antes de prepararlo o directamente a la taza, puede hacer maravillas.
El sitio advierte que no es necesario añadir siempre sal al café, pero echar una pizca minúscula es un buen truco para ayudar a suavizar el sabor si nos ha salido un café demasiado amargo.
Los científicos incluso han explicado cómo sucede esto. Un estudio de la revista científica Nature descubrió que los iones de sodio suprimen la amargura y mejoran el sabor del café. Además, la sal no añadirá calorías a la mejor bebida despertador como sí lo hacen la leche y el azúcar.