La policía municipal de Milán, en Italia, se fue hasta Nápoles para rescatar un Ferrari blanco que era de uno de los capos arrestados de la mafia local. Una vez allí descubrieron que el Ferrari había sido cubierto con pintura blanca y líneas rojas y verdes, lo que les llevó a la conclusión de que podían reconvertirlo en uno de los vehículos que patrullan las vías de la principal ciudad del norte del pais. Y así fue.
Como informa el Corriere della Sera, ahora este Ferrari blanco se utiliza para los talleres que la policía milanesa da a los estudiantes de las escuelas de la zona. Su mensaje es claro: si te compras un Ferrari y eres un mafioso, es mas fácil ir a la cárcel y que tu coche acabe incluso desapareciendo del garaje para pasar a ser un coche de policia.