Un partido de fútbol de la categoría infantil celebrado este fin de semana entre el Alaró y el Collerense, en Mallorca, tuvo que ser suspendido por el árbitro a raíz de una batalla campal que tuvo lugar entre aficionados de ambos clubes.

Los hechos se iniciaron cuando un jugador hizo una dura entrada a otro sobre el césped. Esta circunstancia hizo que los miembros de ambos equipos empezasen a discutir entre ellos. En ese mismo momento, varios padres de los jugadores de entre 12 y 13 años saltaron al terreno de juego, algunos para calmar la situación y otros para hacer más recriminaciones.

Pelea multitudinaria

Tras varios insultos, la situación derivó en una multitudinaria pelea que se trasladó a las gradas. También varios niños de los que habían estado jugando empezaron a llorar.

En el vídeo, grabado por un asistente al partido, pueden escucharse gritos de “¡qué vergüenza!”, “¿Cómo puede ser que los niños vayan a pegar a los padres” o “¡Por favor, señores, que hay niños!”.

La violencia de la situación obligó a la intervención de la policía y a raíz de la pelea, hubo varios heridos de consideración diversa.