Irina Shayk ha llevado al extremo sus deseos de pasar desapercibida. La modelo sigue sin querer mostrar al mundo su barrigita de embaraza, por eso ha decidido salir a la calle con un gran abrigo mientras el termómetro casi marca los 30 grados.
Como informa Chance, así de irreconocible se ha visto a la top rusa en Los Ángeles. La pareja de Bradley Cooper salía de su residencia en Beverly Hills para subir a un coche que le esperaba.
Ataviada con este gran abrigo y con un moño casi deshecho, Irina trataba de taparse la cara mientras disimulaba su estado de buena esperanza. Aún así, gracias a una apertura pudimos ver un atisbo de su embarazo.