Las tasas de muertes violentas en la California prehistórica superan las de la II Guerra Mundial, lo que revela un alto nivel de conflicto por los escasos recursos disponibles.
Utilizando una base de datos arqueológica de enterramientos humanos de restos de miles de habitantes de California Central que se remontan a hace más de 1.000 años, Mark W. Allen, antropólogo del California State Polytechnic University, y sus colegas investigadores examinaron las marcas de heridas de los traumas físicos que sufrieron.
También compararon esa evidencia con el medio ambiente y analizaron la forma en que las comunidades estaban organizadas socialmente.
Encontraron que California tenía la densidad de población más alta en toda América del Norte, con muchos grupos pequeños que viven cerca. Había aproximadamente 100 idiomas diferentes hablados en California en ese entonces. Los datos mostraron cómo la escasez de recursos y violencia se correlaciona.
"Cuando la gente está estresada y preocupada por proteger al grupo, está dispuesta a ser agresiva. La violencia es por los recursos para el grupo", asegura.
Los datos relacionados con los restos mostraron que aproximadamente el 7% de la población en ese momento tenía pruebas de traumas forzados, ya sea que fueran disparados por una flecha, apuñalados o golpeados. Para las mujeres fue del 5% y para los hombres fue del 11%, un porcentaje de trauma violento ni siquiera alcanzado durante la Segunda Guerra Mundial.
Allen, que enseña arqueología norteamericana y de California, explica que su investigación sobre los orígenes de la violencia y la guerra habla de lo que está sucediendo en los tiempos modernos.
"Es importante estudiarlo porque, si alguna vez vamos a tener la esperanza de detenerlo, tenemos que saber la causa. Si queremos reducir el conflicto, necesitamos averiguar qué hacer con el estrés de los recursos", concluye.