La lluvia, la nieve o el hielo no son los únicos fenómenos climatológicos que amenazan la seguridad de los conductores al volante. El viento, debido a su impredecibilidad, es otro de los factores que conlleva siempre un extra de peligrosidad en la carretera. Así lo asegura la Dirección General de Tráfico (DGT), que advierte que el 5% de los accidentes causados por el mal tiempo son provocados por las fuertes rachas de viento, como las que están teniendo lugar estos días en muchos puntos de la Península.
A continuación, ofrecemos una serie de recomendaciones para que los días de viento no estén reñidos con la máxima seguridad posible al volante.
1. Presta atención a la dirección del viento
Este factor es sumamente importante para poder reaccionar con más tiempo y acierto. Si notas que al vehículo le cuesta avanzar más de lo normal es que el aire viene de frente. Por contra, si el vehículo se encuentra más ligero, es que la corriente procede de la parte de detrás.
Las mangas de viento de las autovías y autopistas y las copas de los árboles también pueden ofrecer pistas de la dirección de la ventisca.
2. Reduce la velocidad
El gran peligro del viento es que las fuertes ráfagas pueden hacer que el coche se desvíe de su trayectoria. La DGT aconseja por tanto reducir la velocidad, utilizar marchas cortas y hacer uso de un alto régimen de revoluciones en el motor para mantener más fácilmente la trayectoria del vehículo y el agarre de éste al asfalto.
3. Circular por el centro del carril
Sitúese en el centro del carril ya que, en caso de estar colocados en uno de los dos extremos, una ráfaga inesperada podría hacerle invadir el carril contrario o acabar en la cuneta. Mucho cuidado también con las carreteras secundarias, que dificultan la capacidad de reacción al ser más estrechas.
4. 'Efecto pantalla'
El 'efecto pantalla' se produce cuando un vehículo está adelantando a otro más grande con fuertes corrientes de aire lateral y el viento cesa de forma repentina, provocando que se pierda ligeramente el control de la dirección del coche. ¿Qué se debe hacer ante estos casos?
Coloca las ruedas del vehículo apuntando hacia la dirección del viento, realizando giros de volante muy cortos, para retomar la trayectoria correcta lo antes posible.
Reduce ligeramente la velocidad.
Agarra con firmeza el volante para evitar movimientos bruscos.
5. Presta atención en los túneles y puentes
Hay que tener en cuenta que al entrar en un túnel la fuerza del viento que empujaba el vehículo cesará. Pero recuerde que, al salir de nuevo, el aire regresa con una dirección y una intensidad distinta a la que había antes de entrar en el paso subterráneo.
Por su parte, en los puentes y viaductos también se recomienda extremar la precaución debido a que éstos suelen estar desprotegidos del viento, ya sea continuo o a ráfagas.
6. Cuidado con los vehículos pesados
Los camiones, camionetas, autobuses u otros vehículos pesados suponen un riesgo adicional a la hora de conducir con viento, ya que su gran peso hace que puedan perder el equilibrio con mayor facilidad.
Asimismo, se debe prestar especial atención a aquellos vehículos que estén acompañados de un remolque. Lo mejor en estos casos es llevar a cabo el adelantamiento lo más separado posible de ellos.
7. Vigila la presión de los neumáticos
Revisar la presión de los neumáticos es sumamente importante cuando se va a coger el coche, pero lo es aún más cuando las condiciones climatológicas son desfavorables. Éstos deberán estar siempre en buen estado y con la presión estipulada por el fabricante para favorecer el punto de unión entre el vehículo y la carretera.
¿Qué ocurre si se conduce en moto?
Las fuertes rachas de viento no sólo son peligrosas para los coches, también suponen un gran problema para los motoristas, mucho más vulnerables ante este fenómeno meteorológico. Si tienes pensado coger la moto estos días, sigue estos consejos para circular de la forma más segura posible:
Si el viento viene de frente, lo más recomendable es esconderse bajo la cúpula de la moto, agachando el torso y la cabeza para evitar que el aire impacte directamente en el cuerpo.
En caso de que el viento sea lateral, además de adoptar la posición anterior, se aconseja inclinar levemente la cabeza y los hombros hacia el lado de donde procede el aire para compensar la fuerza de éste e intentar mantener la moto recta.
Utiliza una o dos marchas menos respecto a como se circularía un día sin viento. De esta forma, la moto conseguirá una mayor potencia en la carretera.