Cuando Taylor Swift compró su casa de Beverly Hills en 2015 por 25 millones de dólares sabía que estaba adquiriendo una de las propiedades históricas más relevantes de Los Ángeles, por eso desea que su actual sea preservado por las autoridades en el futuro. Según adelanta Beverly Hills Courier, la Comisión de Patrimonio Cultural, a petición del dueño de la propiedad, planea considerar la lujosa residencia como un lugar histórico.
La casa de Laurel Lane 1200 fue construida por Douglas Honnold en 1934 para ser el hogar de Samuel Goldwyn, el productor polaco nacionalizado estadounidense y cofundador de Metro-Goldwyn-Mayer, una de las mayores compañías de producción y distribución de películas y programas de televisión. Además de seis dormitorios y cuatro cuartos de baño, la mansión cuenta con un enorme comedor, una sala de cine, una biblioteca, un gimnasio, una piscina, una casa de invitados y una suite privada sobre el garaje.
Si las paredes hablaran...
Desde hace meses se están llevando a cabo obras para restaurar las ventanas, la valla de madera y reconstruir la columnas cercanas a la cabaña de la piscina. "Realmente cuando este proyecto haya terminado, que espero que sea pronto este mismo año, va a ser realmente espectacular", dijo la arquitecta Monique Schenk en una reunión con la comisión el miércoles 11 de enero. "Hemos preservado y mantenido muchos de los elementos y hemos replicado los que se estaban deteriorando por el paso del tiempo", añadió.
Por esas estancias, además de la familia del cineasta, pasaron estrellas de cine, como Charlie Chaplin, Cark Gable o Marlene Dietrich. Los cinco miembros de la Comisión de Patrimonio Cultural de Beverly Hills votaron a favor de la solicitud del artista, ahora falta el visto bueno del Ayuntamiento votará para finalizar la designación en una próxima reunión, según informó Mansion Global.