Automóviles voladores, hyperloops supersónicos, robots avatares individualizados, hoteles espaciales y submarinos respetuosos con el medio ambiente y metamórficos, habitaciones personalizadas, realidad virtual, sueños a la carta, pagos mediante el ADN... Estas son algunas de las cosas que nos depara un futuro no demasiado lejano, según explica el científico futurista James Canton, presidente del Institute for Global Futures.
Canton es un especialista en analizar las tendencias tecnológicas, sociales, empresariales y políticas, y en una reciente entrevista para The Global and Mail, ha detallado cómo serán los viajes de placer en el año 2060. Un futuro sorprendente y esperanzador gracias los avances tecnológicos.
Los grandes desplazamientos se harán mediante hyperloops supersónicos, una suerte de transportes a través de tubos que permitirán recorrer grandes distancias en muy cortos periodos de tiempo. Unos sistemas que ya se están estudiando en diversos países y que muy pronto empezarán a construirse.
Para las cortas distancias --por ejemplo, desde los aeropuertos o estaciones de hyperloops hasta los hoteles-- se utilizarán coches voladores individualizados, una especie de taxis del futuro.
Una vez en el hotel, una especie de robot-avatar hará de conserje personalizado que se encargará de gestionar la reserva y enseñar el establecimiento al cliente. No hará falta dinero en efectivo ni tarjeta de crédito. Bastará con una prueba de ADN para verificar la identidad y cargar el precio de la transacción, en cualquier país y divisa. Todo de forma automatizada.
Los hoteles del futuro serán verdes, continúa Canton. Generarán su propia energía y podrán estar en el espacio o bajo el agua. Pero, además, se podrán construir ad hoc rápidamente mediante impresoras 3D únicamente para unos días. Así, podrán ser temáticos y reproducir el Oeste americano, Venecia o la Gran Muralla china en función de la demanda.
Las habitaciones serán totalmente personalizables, tanto en cuanto al ambiente, al lugar o al momento histórico que se desee, mediante la realidad virtual.
Uno de los aspectos más sorprendentes será el neurosueño. Será posible elegir a la carta el sueño que se desee tener, por lo que incluso al dormir se seguirá disfrutando de experiencias que formarán parte del recuerdo del viaje. Las posibilidades son infinitas.