Las 23:59:59 no será el final de 2016; faltará un segundo. El retraso en la rotación de la Tierra ha llevado a los científicos a añadir un segundo más al año, para compensar la ralentización del movimiento del planeta. Así pues, la Nochevieja durará más, o, lo que es lo mismo, 2017 se hará esperar más de lo habitual.
No es la primera vez que se tiene que añadir un segundo para reequilibrar el tiempo humano al cósmico. El último cambio se introdujo en junio de 2015, cuando los relojes también contaron un segundo más de lo normal. Ya se han introducido medidas así en 27 ocasiones.
Igual que se añaden segundos, lo que suele suceder cada dos o tres años, es posible quitarlos del Tiempo Universal Coordinado (UTC por sus iniciales e inglés), aunque nunca ha ocurrido. La ralentización en la rotación de la Tierra se produce por cambios inesperados e imposibles de predecir.