Por última vez, Barack Obama celebrará la Navidad como presidente de Estados Unidos. El destino elegido, una vez más, el paradisiaco e idílico Hawái. Y van ocho años que, según los cálculos, han costado a las arcas de Estados Unidos la friolera de ¡35 millones de dólares!
No es fácil celebrar la Navidad cuando uno es presidente de la primera potencia mundial. El alquiler de una casa de lujo, los cursos de golf, las cenas en restaurantes de alto nivel y, sobre todo, el personal de seguridad que vela por la integridad de Obama y familia durante 17 días, entre los que se incluyen servicio secreto, personal militar y otros empleados del Gobierno (y sus respectivas casas de descanso).
Una casa parecida a la que han alquilado los Obama está en vanta por 8 millones de dólares. Evidentemente, no le falta detalle. El alquiler de su residencia oscilaba entre 5.000 y 10.000 dólares la noche el año pasado, según la época del año. El gasto total de sus vacaciones durante los dos mandatos lo calculó el grupo Judicial Watch en 2015, año en el que, según sus cálculos, se dejaron 4,8 millones.