Este martes se cumplen 55 años del viaje de Enos, el segundo chimpancé lanzado al espacio y el primero en lograr completar la órbita de la Tierra. Enos realizó un completo curso de chimponauta, con 1.250 horas de entrenamiento en la Universidad de Kentucky y en la base de la fuerza aérea de Holloman. Fue un entrenamiento más intenso que el recibido por su predecesor, Ham. Enos fue expuesto a la ingravidez y a fuerzas g altas durante largos períodos de tiempo. Su formación incluyó instrucción psicomotora y vuelos de aviones.
Se le enseñaron las maniobras que tenía que realizar durante el vuelo, mediante un sistema de recompensa-castigo, que le premiaba las maniobras acertadas y le daba choques eléctricos en las equivocadas. Una vez lanzado al espacio, en un prototipo de la nave Mercury, debido a fallos operacionales en el interior de la cápsula, el sistema se invirtió y a Enos le daban choques eléctricos por cada maniobra acertada que realizaba. Pero en vez de alterar su comportamiento, Enos resistió los choques eléctricos e hizo las maniobras de vuelo que sabía que eran correctas. El vuelo lo puso en órbita alrededor de la Tierra dos veces y aterrizó vivo.
El vuelo de Enos fue un ensayo general para el lanzamiento de Mercury el 20 de febrero de 1962, que convertiría a John Glenn en el primer estadounidense en orbitar a la Tierra después de los exitosos vuelos espaciales suborbitales de los astronautas Alan Shepard Jr. y Gus Grissom. El 4 de noviembre de 1962, Enos murió de disentería. Se cree que los restos de Enos fueron disecados como los de Ham, que fue ampliamente estudiado post-mortem.